Como cuidarnos como madres y mujeres que somos mientras la crianza y educación nos absorbe al 100%
Ser madre, mujer, emprendedora si lo eres, amiga y un sinfín de papeles más no es cosa fácil en los tiempos en los que vivimos.
La crianza se ha convertido en algo casi profesional, estamos muy informadas (casi demasiado) y queremos subirnos a todos los trenes; la crianza positiva, pacífica, con apego, …
Pero, y que es de nosotras? De cuidarnos a nosotras mismas? Y esto no va de tener tiempo un par de horitas para ir a la pelu. Estas reflexiones las estoy haciendo mientras mi comida se hace en la airfryer y llevo film de plástico en la cabeza porque me he puesto el tinte… así todo parece más cercano; verdad?
Cuidarnos significa mucho más, conocernos a nosotras mismas, validar nuestras emociones aunque a veces no sean tan positivas como quisiera Mr. Wonderful y sí, tomarnos tiempo para nosotras, para salir a tomar un café solas o con amigas, para ponernos esa mascarilla mientras leemos lo que nos apetezca (por favor lee otra cosa que no sean libros de crianza!). Para cuidar bien hay que empezar por nosotras mismas, y eso, lo sé por experiencia, no lo hacemos muy a menudo.

Te cuento lo que he descubierto en mis casi 20 años de crianza y educando en casa. Algunas cosas son obvias y otras quizás te suenen mal pero es mi realidad y quiero ser honesta.
Lo primero que descubrí cuando desperté del ensueño de la crianza es que mi matrimonio casi se va al garete por estar absorta cual mamá elefante y no buscar espacios para nada más que sobrevivir como compañeros de vida. Así que punto 1: cuida tu relación, busca momentos, no pongas excusas, los hijos crecen y luego tendrás un desconocido viviendo contigo.

Lo segundo y muy obvio es que cada vez que me tomaba tiempo para mi me sentía terriblemente culpable por esa imagen idílica de madre con el peke en su bandolera y que es tremendamente feliz sin tener tiempo para ella. No lo han vendido así, pero chicas la realidad es muy diferente. Somos madres agotadas que suplican por una ducha a solas y eso hace mella en nuestro ser hasta puntos que pueden ser peligrosos. Punto 2: tienes derecho a estar sola, a salir sola, a reclamar ese tiempo sin sentirte culpable.
Y lo tercero y último que he descubierto es que el primer NO es el más difícil, luego no saben a gloria pero te das cuenta que son necesarios para tu bienestar emocional. No quieres jugar a la hora del té hoy? No quieres leer un cuento porque estás agotada? Puedes decir que no, sé amable y ya verás como todo se entiende. Ya lo sé, suena fatal y no estoy hablando de encadenar un no tras otro dejando de lado las necesidades de tu hijo, estoy hablando de validar TUS necesidades. Tus emociones tienen que ser validadas, no eres siempre Mary Poppins con esa sonrisa o la madre de Caillou que tiene paciencia infinita, eres tú y si un día o en un momento concreto necesitas decir no dilo.
No sé si son consejos o reflexiones útiles pero espero que lo sean. La crianza es maravillosa, y no os digo nada de cuando pasan la adolescencia y los ves convertirse en adultos de los que te sientes orgullosa hasta explotar de amor. Pero la crianza es dura y debemos escucharnos.
Así que tómate ese café. o ese mojito, ponte tu música favorita y disfruta de ser tú, hasta el próximo «mamáaaaaaaaaa» jejeje